Ayer lunes 28 de abril, lamentablemente, fue asesinado el secretario general del gobierno municipal de Teocaltiche, José Luis Pereira. Unas horas antes, el secretario de Seguridad del Estado, Juan Pablo Hernández, había repetido que se trabaja en la elección de quien será comisario del municipio, después que también asesinaron el pasado 15 de abril a Ramón Grande Moncada, quien había fungido como comisario de ese municipio.
Entre el discurso y los hechos, queda la impresión de que las autoridades van siempre uno o dos pasos atrás de los delincuentes.
Esto es preocupante porque sigue corriendo el tiempo y el gobernador Pablo Lemus había solicitado 45 días (mes y medio) para conseguir la pacificación de Teocaltiche. Ya sólo quedan 39 días para que se cumpla el plazo.
Es importante recordar que el pasado viernes 25 de abril, en una conferencia de prensa en Palacio de Gobierno, el mismo secretario Juan Pablo Hernández subrayó que están en la ruta de cumplir el plazo señalado por el gobernador. Ofreció que para conseguir la pacificación en el municipio, la estrategia es reorganizar a la policía municipal.
Hoy, apenas tres días después, alcanzar la meta planteada por el gobernador se antoja casi imposible.
Los problemas de violencia y presencia del crimen organizado, primero, no son exclusivos de Teocaltiche. Se extienden a la región Altos Norte con epicentro en este municipio y en su vecino Villa Hidalgo. Prácticamente todos los días, los policías estatales y los integrantes de la Guardia Nacional, hacen decomiso de armamento, vehículos y droga. Han asegurado casas y ranchos. Han identificado y desmantelado circuitos de videovigilancia montados y utilizados por la delincuencia organizada. Los hechos de violencia son continuos y pareciera que en lugar de “agotar” a las células criminales, sólo consiguen descubrir y atacar algunas de sus expresiones.
El gobierno municipal de Teocaltiche, encabezado por Margarita Villalobos Delgado, ya ha perdido cuando menos a ocho de sus funcionarios en ataques criminales. Cuenta con el apoyo del gobierno estatal, pero lo que está ocurriendo supera todo límite.
Parece muy complicado que sólo con renovar a la policía municipal (y esto consiste en contratar más policías y establecer una cadena de mandos que sea resultado de la renovación que pretenden aplicar), se restablezca la paz en esta región de Los Altos.
No se puede olvidar que Teocaltiche, Villa Hidalgo y otros municipios, están en una zona donde dos cárteles de la criminalidad se disputan el control y el territorio.
Se requiere más colaboración permanente de autoridades nacionales y estatales para sacar al municipio de este pozo de violencia.