Algo se rompió en la política mexicana, concretamente en la 4T. Y no es que la actividad política en nuestro país sea intachable, pero por detalles que han surgido esta semana, queda claro que hay que mantenerse atentos a lo que pueda ocurrir en los primeros círculos del poder.
Lo digo por lo que se ha publicado en medios de comunicación nacionales en apenas unos días.
Primero, el caso del llamado TelevisaLeaks. Se trata de una investigación realizada por Carmen Aristegui y su equipo, donde acusan a la televisora de coludirse con Arturo Zaldívar, entonces ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) para impulsar su imagen y lograr que llegara, como lo hizo, a convertirse en presidente de la corte.
Los señalamientos involucran a altos directivos de Televisa, a quienes acusan de manipular información para denostar a los rivales de Zaldívar. Duro golpe contra el exministro y hoy coordinador general de Política y Gobierno del Gobierno de la República.
Otro caso es el que levantó el portal Sin Embargo en contra de Caty Monreal, sí, la hija de Ricardo Monreal. Aquí el señalamiento de la publicación es que “directora general del Instituto Nacional de la Economía Social (INES), tiene ingresos netos de más 660 mil pesos al mes”.
La nota señala que la excandidata perdedora a la Alcaldía de Cuauhtémoc, en la Ciudad de México, recibe más dinero por consultorías y otros asuntos, que como funcionaria. No es algo ilegal, pero… Un golpe contra ella, pero principalmente contra su padre.
Una más: las declaraciones del expresidente Ernesto Zedillo en contra de la reforma judicial y, concretamente, contra Andrés Manuel López Obrador, a quien acusa de matar a la democracia.
En este caso, las palabras de Zedillo se pueden leer en la revista Nexos, junto con la respuesta que el exmandatario dio a la (también) respuesta de Claudia Sheinbaum al escrito. Sheinbaum contra Zedillo, pues AMLO no puede o no quiere hablar.
Y otra: a Gerardo Fernández Noroña, senador por el PT pero morenista convencido, ya no lo quieren en el Partido del Trabajo y se lo hacen ver con abucheos y declaraciones en su contra.
¿A qué viene todo esto? No creo en las casualidades. Todas estas filtraciones, investigaciones y broncas son una clara señal de que algo se está descomponiendo de más en la política cuatroteísta mexicana.
Los golpes e indirectas que son muy directas, evidencian que hay fracturas internas muy fuertes en la 4T, y que todos quieren aporrear al rival interno, o en el caso de Zedillo, pegarle directamente a Morena.
No quiero ser fatalista, pero avizoro una gran pelea interna en la Cuarta Transformación. Y apenas viene la elección del Poder Judicial federal, cuyos resultados serán seguramente motivo de más discordia interna.