De Teuchitlán a Teocaltiche, Jalisco arde en llamas

El 15 de abril del 2025, sicarios asesinaron al Comisario de la Policía de Teocaltiche, Ramón Grande Moncada, mientras que 13 días después, el 28 de abril del año en curso, un sicario entró a un restaurante donde comía el secretario general del ayuntamiento, Jose Luis Pereida Robles, e igualmente lo ultimó a balazos.

En días pasados, cuatro policías municipales fueron privados de la libertad en dicho municipio y actualmente se encuentran desaparecidos, antes fueron asesinados 8 elementos más de la misma corporación, por lo que acto seguido al homicidio del secretario general de Teocaltiche, 20 policías renunciaron a sus labores y dejaron a la población de alrededor de 40 mil jaliscienses en estado de indefensión. Ya en el pasado se habían detectado cámaras de vigilancia, se habían asegurado drones, explosivos, armas de grueso calibre, todo ante la presencia de autoridades locales y federales, quienes no han podido evitar el derramamiento de sangre y el control del crimen organizado.

Hoy se escuchan gritos donde se exige que el Congreso del Estado de Jalisco disuelva el cabildo en dicho municipio y tome el control mediante la instauración de una junta de gobierno que se aleje de la corrupción que en dicho municipio impera; la respuesta del gobernador del Estado ha sido el ofrecimiento de pacificar dicho municipio en 45 días, con una estrategia conjunta entre federación y Estado, la cual exige coordinación y eficacia en la detención y desarticulación de los miembros de la delincuencia organizada que se encuentran detrás de estos homicidios y desapariciones.

Ahora bien, por otro lado nos enfrentamos a “la verdad histórica” del gobierno federal, el cual aduce que no hay evidencia alguna de que en Teuchitlán, Jalisco, hubiese funcionado crematorio alguno, limpiando la escena previamente a la visita de los colectivos de madres buscadoras, contradiciéndose de igual manera con el hallazgo anunciado de huesos y partes humanas en dicho Rancho Izaguirre, lo que nos deja entrever una conclusión política, más que una conclusión jurídica de una investigación seria por parte de la Fiscalía General de la República, toda vez que la misma, de igual manera, se contradice a los hallazgos mostrados por las imágenes satelitales que dejan claro cómo por largos periodos de tiempo, hubo incendios controlados en distintos puntos del mismo predio, lo que nos hace presumir la falsedad de la conclusión de la fiscalía federal.

Cabe recalcar que el 23 de abril del año en curso, María del Carmen Morales, madre buscadora del colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco, fue asesinada junto a su hijo en Tlajomulco de Zúñiga, Jalisco, en circunstancias poco claras, puesto que la Fiscalía del Estado, de manera poco convencional, inmediatamente salió a declarar que dicha agresión iba dirigida en contra del hijo de la señora Maria del Carmen y no tenía nada que ver con su labor como madre buscadora, lo cual fue duramente criticado por la sociedad, al grado que el fiscal tuvo que desdecirse y ofrecer continuar con las investigaciones del caso, analizando todas las líneas de investigación del posible feminicidio.
Todo lo anterior deja claro el alto nivel de inseguridad que se vive en Jalisco y la necesidad, hoy más que nunca, de coordinar esfuerzos entre la federación y el Estado para regresar la tranquilidad a sus ciudadanos.