Una característica de los gobiernos de Morena ha sido destruir lo que funcionaba bien en el país y que muchos años costó construir. Primero buscaron acabar con la transparencia y el acceso a la información con la desaparición del INAI como organismo garante, pero ahora nos han sorprendido con la polémica Ley de Telecomunicaciones, que ha generado varias dudas y preocupaciones.
Los artículos que han generado más controversia mediática son el artículo 109 sobre el bloqueo de plataformas digitales; el artículo 201 sobre los contenidos de radio difundidos de origen extranjero y el artículo 202 y 210. Esperamos que en este periodo en el que se pretende analizar y convocar a foros para trabajar el tema, realmente los legisladores de Morena le hagan caso al anuncio de modificación de parte de la Presidenta Sheinbaum.
Debemos dejar claro que el problema de fondo no desaparece con un cambio de redacción de un artículo. Aunque lo eliminen, la iniciativa sigue concentrando un poder enorme en la Agencia de Transformación Digital y el gobierno seguiría siendo juez y parte, algo que es claramente un retroceso.
Están dando al gobierno herramientas para bloquear plataformas incómodas y controlar contenidos, incluso si ese bloque se justifica por asuntos fiscales.
No basta con frenar el fast track que buscaban, hay que replantear todo el proyecto, porque aunque digan que no quieren censurar, redactaron una ley que habilita la censura y no podemos confiar en gobiernos que legislan contra la libertad y después promete corregir por la presión social.
La Presidenta admite que no va a regresar a lo que “había antes”, pero con la propuesta que hicieron estamos regresando a los años 80 y en el PAN no estamos de acuerdo con ello, vamos a defender la libertad de expresión y seguiremos señalando cualquier intento de censura o concentración de poder.
No podemos permitir que Morena imponga su modelo de control disfrazado de recuperación de atribuciones.
Para muchos jóvenes estos temas no son importantes porque no les tocó vivir durante décadas en las que no hubo acceso a información. Aunque no había redes sociales, el único medio informativo era el canal oficial y no se podía solicitar y publicar algo que cuestionara al gobierno, pero a quienes les tocó vivir esa etapa durante los años 80 les preocupa escuchar que hoy se busca restringir la posibilidad de publicar si no eres afín al gobierno.
No es cosa menor y no podemos permitir que se avance en esa ruta, porque cuando menos pensemos estaremos como países que durante años han perdido derechos fundamentales que ganaron las generaciones pasadas. No seamos ciudadanos indiferentes, opinemos, participemos y cuestionemos a la autoridad, para que no piensen que pueden enviar una reforma a ver si pasa y no nos damos cuenta; cuidemos el país que tenemos y nuestros derechos, porque los gobiernos actuales parece que tienen como objetivo acabar con ellos.