Los morenistas en el Poder Judicial
Conforme pasan los días, queda claro lo que tanto se advirtió: sólo perfiles allegados a Morena (la mayoría cercanos a Andrés Manuel López Obrador, de hecho) controlarán la Suprema Corte de Justicia de la Nación y el nuevo Tribunal de Disciplina Judicial.
Con las reglas aprobadas tanto para la reforma al Poder Judicial como para la elección que vimos el pasado 1 de junio, se está completando la integración de los dos espacios judiciales más importantes y trascendentes en la nueva etapa histórica controlada por la cuarta transformación. Seguramente, continuarán las críticas a la reforma y a la elección, pero lo que resulta innegable es que así operarán los nuevos órganos judiciales.
En los últimos dos días se ha revisado como una sorpresa el triunfo del abogado oaxaqueño Hugo Aguilar Ortiz. Se ha exaltado –incluso en la mañanera, con la presidenta Claudia Sheinbaum como promotora– su origen indígena y los más entusiastas ya lo comparan con Benito Juárez García.
El señor Aguilar Ortiz, calificado por la presidenta Sheinbaum como un “abogado muy conocedor”, será el primer presidente de la Suprema Corte elegida por voto popular. Pero su capacidad estará sometida muy pronto a examen y sobre todo, habrá que analizar si su biografía se convierte en una nueva veta de polémica inútil y de descrédito para la nueva integración del máximo órgano judicial del país.
No es indígena, sino mestizo, y eso no lo reduce en ningún sentido, porque la gran mayoría de los mexicanos comparten ese rasgo. Pero sí conviene quitar el halo del indigenismo porque además, se confrontó con numerosos grupos indígenas que rechazaron el proyecto del Tren Maya, mismo que él impulsó, lo que le ganó el favor del entonces presidente López Obrador.
Lo presumieron como ex consejero del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) y los zapatistas que tan críticos han sido con la cuarta transformación, desmintieron la versión. Y es otro tema que no tiene ningún peso para su calidad de próximo ministro de la Suprema Corte, pero sí evidencia que en el discurso oficial tratan de construir una imagen falsa.
Lo que sí sería grave, y debe demostrarlo, es si cuenta con un título de posgrado (maestría) en Derecho, porque así lo exhibió en su currículum, y no ha sido exhibido.
El punto es que los cercanos al oficialismo de Morena serán quienes tengan mayoría y control tanto en la Suprema Corte como en el Tribunal de Disciplina Judicial, hecho que conlleva de inicio, un conflicto de interés, a reserva de que cada nuevo ministro y magistrado (ellos y ellas), demuestren con su desempeño y calidad personal, que no hay lugar para las críticas.
Pero eso, sólo lo demostrará el tiempo.
