Voy a ser muy honesto: No me encantó “Amores materialistas” de Celine Song. La película es notablemente inferior a su ópera prima, “Vidas pasadas”. Sin ser un desastre absoluto, vas a notar que la película está inflada, le han apostado todo a su triada protagónica, pero los desperfectos dramáticos y conceptuales de la cinta están ahí. Afortunadamente, Dakota Johnson, Chris Evans y Pedro Pascal hacen de ésta una experiencia llevadera. Es que los tres exudan magnetismo y sensualidad por cada poro.
A ver, primero revisemos de qué va la peli: Dakota Johnson interpreta a una joven casamentera en Nueva York, envuelta en un triángulo amoroso con un millonario impoluto (Pedro Pascal) y su chamagoso —pero guapo— exnovio (Chris Evans). Como ya lo he dicho, esta película se sostiene en el atractivo de sus tres protagonistas. Verlos juntos es un deleite. Es más, su carisma alcanza a distraernos un poquito de la irregular dirección de actores.
“Amores Materialistas” funciona con los dispositivos de un “mumblecore” (es decir, una película sumamente dialogada), el problema es que muchos de los parlamentos son artificiosos e implausibles. La cineasta de la encantadora “Vidas pasadas” ahora nos introduce en un universo de emociones plastificadas, una pieza frívola en su abordaje emocional e ideológico. A veces vacía, a veces distante.
En su empeño por mantener la vibra chida que tenía su accesible pero elegante ópera prima, la realizadora termina trivializando su propia revisión sobre el amor y sus aristas. Todo se siente hiperestilizado, chapucero, acartonado. Todo parece de mentiras: desde el universo hasta el conflicto de los personajes. Y cuando introduce una subtrama delicada, lo hace con torpeza. La película busca trascender por diseño, no por honestidad. Nos quiere convencer, por la fuerza, de que es una película inteligente.
Aun así, puedes lanzarte al cine y disfrutar de lo que sí ofrece: un elenco muy, muy bonito, una dirección de arte eficiente, algunas sonrisas y una buena rola de Japanese Breakfast para decorar el soundtrack. Si llegas con la actitud correcta y moderas tus expectativas, “Amores Materialistas” puede sentirse como una cita que no salió tan bien, pero a la que igual te alegra haber ido.