De acuerdo con un estudio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) realizado en América Latina, se ha incrementado el uso de los pagos digitales disminuyendo en consecuencia el uso del dinero en efectivo y ello es un producto natural de la digitalización de la economía.
En 2011, tres de cada 100 adultos realizaban pagos mediante transferencia digital; en 2021 son 40 de cada 100. Esto es un notable incremento en 10 años, y 50% de dicho incremento se produjo entre 2017 y 2021, acelerado por la pandemia y, por lo tanto, el confinamiento.
El estudio muestra que el número promedio de transacciones digitales por cada mil adultos aumentó 3.3 veces entre 2019 y el 2023, mientras que el mercado de los medios de pagos digitales en compras presenciales casi se triplicó al pasar del 11% en 2020 al 30% en 2024.
De acuerdo con el Banco Mundial, en 2023 el 70% de las empresas en América Latina y el Caribe realizó compras digitales. Las compras en línea crecieron 27% promedio anual entre 2020 y 2024, y los pagos con teléfonos inteligentes pasaron del 7% en 2021 al 18% en 2024.
En la última década se duplicó el porcentaje de personas que realizaron pagos digitales a través de cuentas bancarias tradicionales, o mediante tarjetas de crédito y de débito.
En la encuesta realizada por el BID, el 72% de los entrevistados argumentaron que es más seguro andar por la calle sin dinero en efectivo.
Con respecto a los principales motivos de las personas y empresas para utilizar pagos digitales, el 75% de los encuestados dijo que era más conveniente y les ahorraba tiempo, el 58% que les facilitaba la planificación y el control de las finanzas y el 51% que era más fácil el acceso a créditos e inversiones. En cuanto a las empresas el 66% contestó que las transacciones eran más rápidas y convenientes, el 49% dijo que eran más seguras que el efectivo, el 46% que permitió el aumento en sus ventas, y el 38% que eliminaba el inconveniente de encontrar cambio.
De los países comprendidos en el estudio, México tiene el último lugar en preferencia por pagos electrónico, ya que solo el 46% de los adultos los prefieren, mientras que en Chile es el 72% de los adultos, en Ecuador y Brasil el 65%, y en Venezuela el 63%. México también tiene el último lugar en el uso de billeteras digitales con solo el 11% mientras que Argentina ocupa el primer lugar con el 65%. Otro dato relevante es que en México solo el 23% de la población utilizó pagos digitales para compras en persona, pero el 60% utiliza pagos electrónicos cuando compra en línea.
El estudio establece que, en México, los depósitos directos en las cuentas bancarias de los trabajadores aumentaron los ahorros de las personas de bajos ingresos, esto es, las tarjetas de débito incrementaron la confianza en el sistema bancario.
Por otro lado, la utilización de datos sobre transacciones digitales amplia el acceso al crédito entre grupos de población normalmente desatendidos. También han influido los apoyos del gobierno a través de la tarjeta del bienestar, que es una tarjeta de débito, lo que ha favorecido la inclusión financiera al ampliar el acceso a otros productos financieros
De acuerdo con el estudio, los pagos digitales promueven la inclusión financiera a través de los mercados de crédito, elevan la eficiencia económica, reducen los costos operativos, facilita el crecimiento económico y permiten reducir la desigualdad gracias al incremento en la conectividad, y ello se debe a que en América Latina el 94% de las personas están cubiertas por redes móviles de internet lo que favorece la posibilidad de alcanzar una adopción casi universal de los modos de pagos digitales.
Sin embargo, México aún enfrenta retos importantes como la escasa confianza de la población en las herramientas digitales, el analfabetismo financiero y las limitadas capacidades digitales de los usuarios.