Las nuevas “onna bugeishas”, guerreras cuidadoras

Quienes tienen la fortuna de conocer el país del “sol naciente” seguramente quedaron admirados por la belleza de sus jardines, de su infraestructura urbana y sobre todo, de su cultura, pero podríamos aprender mucho también de Japón en su historia, especialmente al estudiar la figura de las onna bugeishas, las mujeres guerreras.

Estas mujeres eran las samurais, guerreras entrenadas en artes marciales y armas blancas, para luchar por su comunidad. Por eso, aunque causó mucha sorpresa el nombramiento de Sanae Takaichi como la primera mujer en ocupar el cargo de primera ministra de Japón, no debería ser ya motivo de polémica o de admiración, pero sí de reconocimiento.

El pasado 17 de octubre conmemoramos en México el derecho al voto de las mujeres que fue reconocido en 1953, hace 72 años. Sin embargo, este derecho para las japonesas ocurrió 8 años antes que en nuestro país.
Es cierto que la Guerra Mundial le dio un renacimiento a Japón y con ello una reconfiguración, no solo en su dinámica política mundial, sino también en su sociedad.

De acuerdo con la BBC, Sanae Takaichi, es hija de una mujer policía y un padre oficinista. Es ex presentadora de televisión, pero además baterista de una banda de heavy metal, buceadora y amante de los vehículos.

La primera mujer que gobernará Japón, dijo que le gustaría ser como la “Dama de Hierro” Margaret Thatcher, ex primera ministra de Reino Unido, quien también fue la primera en ocupar ese puesto y que se ganó su apodo por su firmeza y tenacidad.

Pero Sanae Takaichi también se comprometió a hacer deducibles los sueldos de las niñeras, a ampliar los servicios hospitalarios para la salud de las mujeres y a mejorar la atención a trabajadores domésticos y adultos mayores, pues experimentó la enfermería y el trabajo del cuidado, por lo que uno de sus compromisos es “crear una sociedad en la que la gente no tenga que abandonar sus carreras” por tener que cuidar a alguien o la crianza de sus hijos.

Esta es una gran coincidencia con nuestra primera presidenta de Guadalajara, Verónica Delgadillo, quien el martes pasado recordó, a propósito del aniversario del derecho al voto de las mujeres, que esto ha permitido que las mujeres, no solo voten, sino que sean votadas y el llegar a estos cargos, le ha dado un giro a la forma de gobernar.

Porque las mujeres en el poder, a decir de nuestra presidenta, han podido visibilizar, haciendo de ciudades como Guadalajara, comunidades de cuidado, con políticas de cercanía y corresponsabilidad, encontrando mejores soluciones a las demandas sociales y, sobre todo, siendo referente para las nuevas generaciones.

“Quiero pasar a la historia como la primera presidenta que trabajó por visibilizar, que trabajó por construir en equipo con los hombres y también con las mujeres, que trabajó también por la justicia y la igualdad de nuestra ciudad desde nuevas formas de construir en la política y también en las relaciones humanas”, así lo dijo Vero Delgadillo el pasado martes 21 de octubre.

Y así como Vero Delgadillo y Sanae Takaichi, el mundo necesita a sus guerreras, las onna bugeishas entrenadas para luchar por sus comunidades desde el cuidado de su gente, para que Guadalajara, Japón y todas las ciudades, sean cada vez, países, estados y municipios donde nuestras niñas y niños, pero también los adultos mayores, los jóvenes y todas y todos, vivamos mejor.